La libertad de expresión lleva consigo cierta libertad para escuchar.
Bob Marley
Ya Guillermo Fariñas lleva 55 días en huelga de hambre y el Gobierno cubano sigue socavando la libertad de los cubanos a pensar diferente y expresarse. La vida de Orlando Zapata, disidente que murió a los 66 días de iniciada su huelga -23 de febrero de 2010-, en un sacrificio equiparable a la muerte en la cruz, pareciese no conmover los corazones de los latinoamericanos. Nuestro Senado, la semana pasada, el día 15 de abril, votó en contra del Punto de Acuerdo que censuraba esta muerte. La senadora perredista Yeidckol Polevnsky, con el apoyo de las bancadas de la “izquierda”, que se dice progresista, y del fosilizado PRI (salvo Rosario Green, quién, paradójicamente, es la priista con más experiencia en relaciones exteriores, pues fue Canciller y en una mujer de carrera diplomática), logró desechar este punto de acuerdo, en un evidente acto de desprecio por los derechos humanos.
Es triste que temas de humanidad sean invalidados, máxime cuando los panistas -que ellos pintan de conservadores e imperialistas- han apoyado puntos de acuerdo de igual significado y alcance. Entre estos puntos está el de pedir el cierre de la cárcel de Guantánamo y el del cese al embargo económico contra la Isla. Por desgracia, cuando se trata de la represión cometida por la izquierda, los senadores de los distintos partidos de izquierda en México se oponen, como si el pensar distinto fuese un delito o algo que no deba impulsarse y promoverse.
De los priistas me queda claro el por qué de su posicionamiento en contra, pues ellos, durante sus décadas de régimen, fueron constantes en la violación de los derechos humanos. En consecuencia vimos matanzas como la del 59 contra médicos, las del 68 y 71 contra estudiantes, los constantes enfrentamiento contra mineros y las cometidas contra indígenas, Aguas Blancas en el 95 y Acteal en el 97. Lo que si debe de sorprendernos es que el PRD, un partido que, aunque con la adhesión de muchos priistas cismáticos, se fundó de un conjunto de luchadores auténticos de la izquierda, personajes que militaron, como es el caso de Manuel Encinas, en el Partido Comunista de México u otros más moderados, pero de gran valía, como el inventor, luchador social e ideólogo, Heberto Castillo, haya votado en contra de valores propios de la democracia.
El PRD parece haber olvidado la lucha por la democracia en 1988, parece haber olvidado las vidas que el partido de izquierda y el PAN dieron a esta gesta democrática y parece, lo peor, haber olvidado su vocación democrática.
Independientemente a lo anterior, a la miopía de nuestro Senado, la lucha de Fariñas, el sacrificio de su vida por la libertad de los presos políticos cubanos, que son reconocidos por Amnistía Internacional como presos por pensar diferente, debe tener sentido. El mismo sentido que tuvo para la causa republicana en Irlanda el sacrificio de diez jóvenes que en 1981 dieron su vida, siendo éste el inicio para que el movimiento haya optando, y con muy buenos resultados, por la política y la vía electoral, en lugar de las armas. Sin duda alguna estos jóvenes le dieron más a la lucha que los milicianos armados del Ejército Republicano Irlandés (IRA).
Sin duda alguna 1981 fue el peor año en gobierno de Margaret Thatcher. Estos jóvenes tomaron el liderazgo de su lucha como individuos y lograron llevar la lucha de las armas a la política, a base de la presión que en la sociedad nacional e internacional provocaron. Una lucha que iniciaron los presos de la IRA por el derecho a vestir sus propias ropas y a ser tratados como presos políticos y no comunes en 1976. Esta lucha que generó represión por parte del gobierno de Thatcher y a la que los presos reaccionaron con medidas como la negativa a afeitarse, lavarse y vaciar sus orinales, hasta que el fortalecimiento de las medidas represivas los llevó a culminar con el sacrificio de sus vidas. Así Bobby Sands inició su huelga de hambre el primero de marzo de 1981, lo que culminó con la suma de nueve compañeros más, quienes murieron del 5 de mayo -siendo el primero Sands- al 20 de agosto.
Esta huelga logró tal apoyo social que provocó decenas de manifestaciones masivas y logró que se anticiparan las elecciones. Una prueba de su fuerza fue el funeral de Sands, al que acudieron más de 100 mil personas. Permitió, además, que tres de los huelguistas, con un enorme apoyo social, lograran espacios en las distintas curules, así el 9 de abril Sands fue electo en Westminster por Fermanagh/South Tyrone y el 11 de junio Kieran Doherty y Paddy Agnew en Leinster House -Parlamento de Dublín-. En fin, la lucha de Guillermo Fariñas, su sacrificio, mismo que inició Orlando Zapata, seguramente cambiará las cosas en Cuba.
Sacrificios como el de Sands y sus nueve amigos huelguistas, el de Rosa Parks, que en 1955 se negó a cederle un lugar en el camión a una mujer blanca y retirarse a la parte trasera, por lo cual fue arrestada, volviéndose estandarte del Movimiento por los Derechos Civiles en Estados Unidos, lo que culminó con la igualdad de derechos entre blancos y negros en el país norteamericano y los del Zapata y Fariñas, se encaminan a cambiar el destino y rumbo de nuestro planeta. Espero que los presos por pensar diferente en Cuba sean liberados y no tratados como presos comunes antes de la muerte de Guillermo Fariñas. Pero de no ser así, démosle sentido al sacrificio de Fariñas, que sirva para cambiar la vileza, cerrazón y represión del régimen o para ser punta de lanza de su caída. ¡Viva Cuba libre!
David Agustín Belgodere “Bogus”
1. Me sumo a las millones de voces que piden el Premio Nobel de la Paz para Oswaldo Paya, líder del Movimiento Cristiano de Liberación en Cuba, por luchar de modo férreo por los derechos fundamentales y elementales de todo ser humano en la Isla.
2. Toda la solidaridad y afecto por la Mujeres de Blanco, que han sido increpadas y reprimidas por caminar, con aquellos pasos firmes que hacen más ruido que las metrallas de la represión cubana, por pedir condiciones de dignidad para su hijos presos de modo injusto.
