jueves, 9 de octubre de 2008

¿Quiénes somos los jardineros?

Motivados por la necesidad de retomar la visión original que los fundadores de Acción Nacional tenían de nuestro Partido y de nuestro amado México, un grupo de jóvenes panistas, de diferentes lugares de México, con diferentes profesiones y/o ocupaciones, de distintos géneros, de distintas creencias religiosas, pero con el mismo amor por Acción Nacional y por México, decidimos unirnos, en una agrupación llamada los “Jardineros”, con el fin de ser parte de la solución, el retorno a nuestro rumbo. Entendiendo como el fin de la ardua lucha de Acción Nacional la generación del bien común en la sociedad mexicana (Entendiendo al bien común como el conjunto de condiciones por medio de las cuales la persona humana se desarrolla de manera óptima en la sociedad, todo lo anterior de manera universal, tangible y perfectible, donde los intereses de la sociedad pluralista se antepongan a los intereses de los individuos, sin mermar su dignidad).

Creemos que hoy, más que nunca, Acción Nacional enfrenta un fuerte dilema: el ejercicio efectivo del poder, sin la merma de sus valores y principios. Los panistas tenemos que ser partícipes, ya sea desde el gobierno, el partido o la sociedad civil, de la toma de decisiones. Es la vocación de Acción Nacional, como pionero de la democracia en México, hacer participe de las decisiones del gobierno a todo ciudadano. En este tenor, entendemos a un buen panista como un soldado de la democracia y del bien común. Para ser cabales en el cumplimiento de esta encomienda, entendemos a la política como el arte de gestionar el bien para la sociedad y la vocación de evitar el mal evitable.

Explicado lo anterior, es que concebimos como las únicas personas capaces de cumplir la encomienda, aquella de gestionar el bien común y de evitar el mal evitable, a aquéllos cuyo corazón sea de Jardinero. Un Jardinero planta, aunque a veces sufre con las tempestades y con las estaciones, con la única recompensa de que su obra jamás deja de crecer. A diferencia de los constructores, los jardineros nunca descansan. Como sostiene Paulo Coelho: “Los jardineros se reconocerán entre sí, porque saben que en la historia de cada planta está el crecimiento de toda la Tierra.” Es claro, entonces, que la generación del bien común es como el crecimiento de una planta, constante.

Para lograr tener un jardín hermoso, un México ganador, debemos de buscar que los políticos emanados de Acción Nacional: 1.- tomen sus decisiones en el poder sustentadas en lo ético, 2.- que lo que se actúe en política, sea actuado en el bien, 3.- que los medios que se utilicen no mermen la dignidad de ningún individuo, así el fin sea correcto, y, 4.- que el poder sea un medio para servir. A su vez, el ciudadano panista debe ser: 1.- crítico, basando su crítica en la construcción y no en el descrédito, 2.- solidario, entendiendo que muchas veces es más importante la ayuda entre iguales, que la que puede dar un gobierno, y, 3.- participativo, pues el Estado no es sólo su gobierno, sino también su ciudadanía. Cabe resaltar que Acción Nacional surgió como el único partido ciudadano y no producto de acuerdos pragmáticos, es por eso que la participación de los panistas en lo social debe ser constante y responsable.

Es importantísimo tener un panismo de Jardineros, pues, Acción Nacional nació para crear un jardín en constante embellecimiento.

Es importante que los espacios ganados por los panistas en el gobierno sean gestantes de bienestar para las familias, pues son éstas, el eje nuestra sociedad. También es importante la participación de las familias, de manera crítica, solidaria y activa, con el fin de ejercer fuerte presión en que se gobierne (administre o legisle) por su bienestar.

Es importante que haya más Jardineros en la sociedad, los cuáles estén dispuestos a sacrificar algunos de sus intereses, con el fin de servir a un bien mayor. Entendamos que en las sociedades pluralistas, donde se escuchan todas las voces, el individuo se entiende personalista, pues, se sabe superior, en dignidad, a lo público, pero el bienestar colectivo es la suma de muchas dignidades, por ende está dispuesto a ceder algunos de sus intereses propios, por un bien superior. Los Jardineros entendemos que la sociedad es plena cuando genera un sentido de amistad ciudadana, donde los nexos de fraternidad entre los ciudadanos son equiparables a los nexos que unen a las familias.

México necesita una sociedad unida, participativa, responsable de sí misma, fraterna, tolerante y democrática, pues, solamente una sociedad con estas cualidades, es capaz de ir adelante y lograr sus objetivos: un México competitivo ante el mundo, un México líder en la región, un México con la menor pobreza posible, un México con acceso a salud, servicios y educación, un México equitativo en la repartición de la riqueza, un México con mejor calidad de vida, un México con un Estado de derecho existente, en fin, un México realmente ganador. Para eso necesitamos ciudadanos tolerantes y políticos que actúen bajo la ética de responsabilidad, no necesariamente bajo la ética de sus convicciones. Recordemos que Hitler, Mussolini y Stalin tuvieron un actuar ético en sus convicciones e ideología, pero no un actuar ético en la responsabilidad, pues de haber sido así, no se hubieran perdido miles de vidas del modo más vil e inhumano antes visto, y la represión y las condiciones infrahumanas de vida no hubieran sido su sello particular. Es por eso que un gobernante emanado del PAN actuará de manera ética, pero ética en la responsabilidad.

Es importante que hoy en día América latina se una en contra de los males que la aquejan, como el terrorismo, la desigualdad, el populismo, la radicalización de posturas, etc., donde el liderazgo de nuestro país sea la punta de lanza para lograrlo.

Necesitamos un mundo en paz, con todo lo que ésta representa. Un mundo donde se supere la problemática ambiental, donde la hambruna no exista, donde la migración sea para dicha y no un motivo de división entre las personas, donde se evite la inmundicia, donde no exista pobreza, donde no haya terrorismo y guerras y donde los seres humanos encuentren medios para gestionar su propia felicidad. Todo lo anterior es posible, si todos y cada uno de nosotros tuviéramos un jardinero en el corazón.

Es cuanto.

David Agustín Belgodere “Bogus
Un Jardinero.

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